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Por Cesáreo Silvestre Peguero
Una comunicadora auténtica, poseedora de una gran vocación de servicio. Con convicción y arraigo firme en los buenos valores, y con una formación humana excepcional. Dueña de matices propios de quien exhibe una gracia natural.
Esta dama singular nació el 10 de diciembre de 1969. Nancy Dolores Rosario D. Rossini es fruto de dos raíces que se entrelazan en la historia dominicana: la de Altagracia Rosario, mujer de orígenes humildes en La Punta de Pescadores, y la de Rafael Hiciano, oriundo de Santiago de los Caballeros. En esa conjunción de sangre cibaeña y macorisana, Nancy encontró un cauce para su destino. Sexta entre seis hermanos maternos y cuarta entre los de su padre, creció aprendiendo a escuchar, a compartir y a encontrar voz propia entre muchos silencios.
Su educación fue el primer peldaño de un trayecto marcado por la constancia. Inició en la escuela Ana Josefa Puello, pasó luego por el Colegio Unión Dominicana, y culminó su bachillerato en aulas nocturnas, en el Colegio Rogers y en el Eugenio María de Hostos, en Quisqueya. Allí, entre libros y desvelos, Nancy iba forjando el temple que más tarde sería su carta de presentación en la vida pública.
Su primer paso laboral lo dio en 1987, en Baly Dominicana, como operaria. Muy pronto, al año siguiente, se inclinó hacia el servicio humano: ejerció como enfermera en la Residencia Geriátrica del Hospital Carl Th. Georg, hoy extensión de la UASD. El contacto con ancianos y enfermos sembró en ella una sensibilidad que más tarde trasladaría a su ejercicio comunicacional.
En 1989, la brújula de su vocación apuntó hacia los medios. Estudió locución en el New York English School, y desde entonces su voz empezó a tejer caminos. Su debut radial fue en Radio Oriente; poco después, en FM 103, puso voz a los boletines informativos, aprendiendo el rigor de la noticia.
El verdadero giro llegó en 1996, cuando Telemacorix la integró como reportera. Allí maduró, no solo como voz, sino como rostro y figura de credibilidad. Años más tarde, gracias a una media beca del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa, alcanzó en el 2005 su licenciatura en periodismo en la Universidad Central del Este. Fue entonces presentadora oficial del noticiario de Telemacorix hasta el 2007, rol que le otorgó visibilidad y prestigio.
Nancy no se conformó con leer noticias. Quiso también producir contenido propio. De ahí nació su programa Mi Entrega, espacio que le permitió desplegar sensibilidad y cercanía. Su liderazgo creció cuando, en el 2008, asumió la dirección de Guloya Visión, canal 12, creando el noticiero Noti Visión. Al año siguiente pasó a dirigir el departamento de prensa del Canal 10 Televisión por Cable. En paralelo, produjo el espacio musical Cantares de Primera, que aún permanece vigente, testimonio de su capacidad de permanencia y fidelidad a su público.
Su carrera comunicacional se alternó con la función pública: en el 2012 fue designada Relacionista Pública de la Gobernación Provincial, y posteriormente ejerció como asistente personal en la subdirección de INAPA, hasta el 2020.
En lo personal, contrajo matrimonio en 1997 con Roberto Astacio, unión de la que nació su hijo Efrén Rafael. El vínculo concluyó en el 2010. Años más tarde, en el 2015, rehízo su vida junto al ciudadano italiano Antonio Rossini, con quien comparte su presente.
Nancy ha sido, además, una mujer de gremios y asociaciones. Fundadora de la Primera Asociación de Locutores de San Pedro de Macorís en 1995, miembro del Círculo de Locutores Dominicanos y del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa, su pertenencia a estas instituciones revela un compromiso con el oficio más allá de lo individual: una entrega a la colectividad.
Actualmente, su voz acompaña las tardes de San Pedro a través de Cantares de Primera, programa de música romántica transmitido por 88.1 FM, de lunes a viernes, de 5.00 a 7.00 p.m., espacio donde mantiene una audiencia fiel y entusiasta.
En lo espiritual, aunque bautizada en la fe de los Testigos de Jehová, guarda el sábado por convicción bíblica y se dedica al estudio de las raíces hebreas, un caminar personal hacia la verdad y el conocimiento de las Escrituras.
Su trayectoria ha sido reconocida en múltiples ocasiones:
Por el Centro de Crecimiento y Desarrollo Integral CREDI (2015), por su cooperación incondicional.
Por la Asociación de Locutores de San Pedro de Macorís Inc. (2011), en honor a su apego a la ética y a su trayectoria.
Por el Concejo Municipal de San Pedro de Macorís (2017), durante la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
Por la Secretaría de Estado de Educación y Cultura (2000), por su colaboración con el sistema educativo.
Y por el Patronato de Acción Comunitaria de Apoyo a la Policía Nacional (2009), en mérito a su trabajo social.
Además, ha sido nominada al Micrófono de Oro Este (2007) en la categoría de locutor de noticias en televisión, y seleccionada por la UASD entre las diez mujeres destacadas en el Día Internacional de la Mujer (2014).
En Nancy Rosario confluyen la periodista, la locutora, la servidora pública y la mujer de fe. Su vida es testimonio de perseverancia, de la capacidad de reinventarse y de permanecer fiel a una voz interior que la ha guiado siempre hacia el compromiso con su comunidad.
En Nancy Rosario resplandece la voz de una mujer que ha sabido caminar con sencillez y autenticidad, sin máscaras ni artificios. Una creyente fiel en Jehová, que se guía por la Palabra y por la convicción de vivir en la verdad. En ella, la comunicación no es solo oficio, sino reflejo de su fe y de su servicio.
Su historia no está escrita en la vanidad de los escenarios, sino en la constancia de una vida entregada al trabajo, a su comunidad y a los valores eternos. Su esencia es la coherencia entre lo que dice y lo que vive, entre lo que proclama y lo que defiende.
Así, Nancy Rosario se sostiene como mujer de voz clara y corazón limpio, como una comunicadora que informa, acompaña y alienta, pero sobre todo como un ser humano que, con humildad, ha dejado huellas firmes en la memoria de San Pedro de Macorís.
Porque en ella la palabra se hace servicio, la fe se hace camino, y la vida misma se convierte en testimonio.
Su educación fue el primer peldaño de un trayecto marcado por la constancia. Inició en la escuela Ana Josefa Puello, pasó luego por el Colegio Unión Dominicana, y culminó su bachillerato en aulas nocturnas, en el Colegio Rogers y en el Eugenio María de Hostos, en Quisqueya. Allí, entre libros y desvelos, Nancy iba forjando el temple que más tarde sería su carta de presentación en la vida pública.
Su primer paso laboral lo dio en 1987, en Baly Dominicana, como operaria. Muy pronto, al año siguiente, se inclinó hacia el servicio humano: ejerció como enfermera en la Residencia Geriátrica del Hospital Carl Th. Georg, hoy extensión de la UASD. El contacto con ancianos y enfermos sembró en ella una sensibilidad que más tarde trasladaría a su ejercicio comunicacional.
En 1989, la brújula de su vocación apuntó hacia los medios. Estudió locución en el New York English School, y desde entonces su voz empezó a tejer caminos. Su debut radial fue en Radio Oriente; poco después, en FM 103, puso voz a los boletines informativos, aprendiendo el rigor de la noticia.
El verdadero giro llegó en 1996, cuando Telemacorix la integró como reportera. Allí maduró, no solo como voz, sino como rostro y figura de credibilidad. Años más tarde, gracias a una media beca del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa, alcanzó en el 2005 su licenciatura en periodismo en la Universidad Central del Este. Fue entonces presentadora oficial del noticiario de Telemacorix hasta el 2007, rol que le otorgó visibilidad y prestigio.
Nancy no se conformó con leer noticias. Quiso también producir contenido propio. De ahí nació su programa Mi Entrega, espacio que le permitió desplegar sensibilidad y cercanía. Su liderazgo creció cuando, en el 2008, asumió la dirección de Guloya Visión, canal 12, creando el noticiero Noti Visión. Al año siguiente pasó a dirigir el departamento de prensa del Canal 10 Televisión por Cable. En paralelo, produjo el espacio musical Cantares de Primera, que aún permanece vigente, testimonio de su capacidad de permanencia y fidelidad a su público.
Su carrera comunicacional se alternó con la función pública: en el 2012 fue designada Relacionista Pública de la Gobernación Provincial, y posteriormente ejerció como asistente personal en la subdirección de INAPA, hasta el 2020.
En lo personal, contrajo matrimonio en 1997 con Roberto Astacio, unión de la que nació su hijo Efrén Rafael. El vínculo concluyó en el 2010. Años más tarde, en el 2015, rehízo su vida junto al ciudadano italiano Antonio Rossini, con quien comparte su presente.
Nancy ha sido, además, una mujer de gremios y asociaciones. Fundadora de la Primera Asociación de Locutores de San Pedro de Macorís en 1995, miembro del Círculo de Locutores Dominicanos y del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa, su pertenencia a estas instituciones revela un compromiso con el oficio más allá de lo individual: una entrega a la colectividad.
Actualmente, su voz acompaña las tardes de San Pedro a través de Cantares de Primera, programa de música romántica transmitido por 88.1 FM, de lunes a viernes, de 5.00 a 7.00 p.m., espacio donde mantiene una audiencia fiel y entusiasta.
En lo espiritual, aunque bautizada en la fe de los Testigos de Jehová, guarda el sábado por convicción bíblica y se dedica al estudio de las raíces hebreas, un caminar personal hacia la verdad y el conocimiento de las Escrituras.
Su trayectoria ha sido reconocida en múltiples ocasiones:
Por el Centro de Crecimiento y Desarrollo Integral CREDI (2015), por su cooperación incondicional.
Por la Asociación de Locutores de San Pedro de Macorís Inc. (2011), en honor a su apego a la ética y a su trayectoria.
Por el Concejo Municipal de San Pedro de Macorís (2017), durante la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
Por la Secretaría de Estado de Educación y Cultura (2000), por su colaboración con el sistema educativo.
Y por el Patronato de Acción Comunitaria de Apoyo a la Policía Nacional (2009), en mérito a su trabajo social.
Además, ha sido nominada al Micrófono de Oro Este (2007) en la categoría de locutor de noticias en televisión, y seleccionada por la UASD entre las diez mujeres destacadas en el Día Internacional de la Mujer (2014).
En Nancy Rosario confluyen la periodista, la locutora, la servidora pública y la mujer de fe. Su vida es testimonio de perseverancia, de la capacidad de reinventarse y de permanecer fiel a una voz interior que la ha guiado siempre hacia el compromiso con su comunidad.
En Nancy Rosario resplandece la voz de una mujer que ha sabido caminar con sencillez y autenticidad, sin máscaras ni artificios. Una creyente fiel en Jehová, que se guía por la Palabra y por la convicción de vivir en la verdad. En ella, la comunicación no es solo oficio, sino reflejo de su fe y de su servicio.
Su historia no está escrita en la vanidad de los escenarios, sino en la constancia de una vida entregada al trabajo, a su comunidad y a los valores eternos. Su esencia es la coherencia entre lo que dice y lo que vive, entre lo que proclama y lo que defiende.
Así, Nancy Rosario se sostiene como mujer de voz clara y corazón limpio, como una comunicadora que informa, acompaña y alienta, pero sobre todo como un ser humano que, con humildad, ha dejado huellas firmes en la memoria de San Pedro de Macorís.
Porque en ella la palabra se hace servicio, la fe se hace camino, y la vida misma se convierte en testimonio.
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