En un país donde la televisión es la fuente principal de información para casi la mitad de la población, contar otra versión de la guerra en Gaza es, en muchos casos, una tarea heroica. Desde el ataque del 7 de octubre de 2023, más de 200 periodistas han muerto en Gaza, la mayoría por ataques del ejército israelí. Mientras tanto, dentro de Israel, los pocos medios que se atreven a mirar más allá del relato oficial enfrentan censura, boicots y amenazas de cierre.
La televisión israelí —los canales 11, 12, 13 y el ultraderechista Canal 14— domina el ecosistema mediático con una narrativa nacionalista, militarista y profundamente alineada con el gobierno de Benjamin Netanyahu. Según el periodista Antonio Pita, corresponsal de El País, “la población israelí está expuesta a narrativas profundamente militaristas y nacionalistas, y esto se extiende desde el centroizquierda sionista hasta la extrema derecha”.
Tras analizar diez horas de emisión continua, Pita concluyó: “La cobertura de los medios está dominada por una mentalidad de ‘ellos o nosotros’. Está siendo muy difícil para los periodistas israelíes mostrar lo que Israel está haciendo con toda su crudeza sin salirse de este marco mental”.
Frente a esta hegemonía mediática, medios independientes como Haaretz, The Seventh Eye, +972 Magazine, Local Call o Hamakom Hachi Ham Bagehenom intentan romper el cerco informativo. Lo hacen sin acceso a audiencias masivas, pero con un compromiso editorial que pone en el centro el sufrimiento palestino y las violaciones de derechos humanos cometidas por Israel.
“Cualquier medio que no sirva como herramienta de propaganda completa para Netanyahu es considerado enemigo o traidor”, denuncia Oren Persico, de The Seventh Eye. La censura militar también juega su papel: los periodistas están obligados por ley a someter ciertos contenidos a revisión antes de publicarlos.
Desde +972 Magazine, el periodista Meron Rapoport lo resume con claridad: “No informan sobre Gaza porque están convencidos de que dañaría el sentimiento general de unidad”. A mediados de 2024, ese medio documentó el uso de inteligencia artificial para generar objetivos de ataque y reportó agresiones de colonos israelíes a civiles palestinos, mientras que en los canales generalistas la imagen de Gaza seguía ausente.
Dor Zommer, redactor jefe de Hamakom Hachi Ham Bagehenom, señala otro obstáculo: la falta de empatía generada por el trauma nacional del ataque terrorista de Hamás el 7 de octubre. “Si escuchan que lo que sus maridos o padres están haciendo en Gaza son crímenes de guerra, no seguirán viendo la televisión”.
El periodismo independiente en Israel es minoritario, pero sigue siendo esencial.
Redacción
En Positivo
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