Por Cesáreo Silvestre Peguero
Carlos Pérez Guante es contador, abogado y periodista. En San Pedro de Macorís ha sabido, como pocos, capitalizar el ejercicio del periodismo, no desde la coherencia ética, sino desde la cercanía al poder. Se dio a conocer en el programa Calentando la Mañana, por FM 103, de la mano del maestro Leo Martínez, quien lo proyectó y lo hizo visible en los medios de comunicación.
Luego vino la ruptura. El programa él lo reconoció como Calentando la Mañana al registrarlo a su nombre, y a Leo Martínez no le quedó otro camino que rebautizar su espacio como Milenio Caliente. Así, sin escándalos, se produjo una separación que habló por sí sola sobre las intenciones de cada quien.
Tras el asesinato de Leo Martínez y Luis Manuel Medina, realicé el documental Crónica de Dos Comunicadores. Durante la producción abordé a Carlos Pérez Guante para conocer su consideración. Se negó. Guardó silencio. Y ese silencio fue más elocuente que cualquier palabra, sobre todo viniendo de quien fue impulsado por Leo en el ejercicio periodístico.
Recuerdo una frase suya, dicha con aparente tono de consejo:
“Cesáreo, eres un gran intelectual, pero para progresar económicamente tienes que hacer un curso de hipocresía”.
Ahí entendí que, para algunos, el ascenso exige renunciar a la verdad. Yo no estoy dispuesto. Prefiero no ascender a la riqueza de ese modo y conservar el criterio, el valor y la dignidad que siempre me han caracterizado.
El gobierno del PLD le otorgó una frecuencia televisiva, hoy conocida como Xtremo Chanel. Más tarde, con la llegada del PRM al poder, pasó a formar filas en ese partido y fue nombrado en el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones, INDOTEL, con un salario que superaba los cien mil pesos mensuales.
Para llenar vacíos y alimentar egos, el partido oficialista lo promovió como candidato único a presidir el Colegio Dominicano de Periodistas, CDP. Llegó, pasó y se fue. Nada dejó. Nada hizo para reivindicar la dignidad de la clase periodística. Como dice el poema de José Ángel Buesa: Pasarás por mi vida sin saber que pasaste; palabras que hoy resuenan más allá del amor, porque describen también la fugacidad con que algunos transitan la vida pública sin dejar huella de integridad.
Durante su gestión, apoyado en recursos del Estado, organizó fiestas y almuerzos donde predominaban dirigentes de su partido y comunicadores afines. Quedábamos excluidos quienes no pertenecíamos al PRM. La exclusión también comunica.
Hoy, con el doctor Nelson Arroyo fuera de INDOTEL y ubicado en la vicepresidencia de Seguros Banreservas, el patrón se repite. En los encuentros navideños, pagados con recursos de dicha institución, es decir, con el dinero de todos los dominicanos, solo se invita al séquito partidario, a las bocinas del oficialismo. Los demás no existimos.
Ante eso lo digo con claridad y sin resentimiento: si comer arroz con huevo en mi casa un día más es el precio por no asistir a un almuerzo pagado por el Estado, seguiré comiendo arroz con huevo, pero feliz. Porque la conciencia no se negocia y la dignidad no se sirve en bandejas oficiales.
Conviene dejar constancia, además, de que la última cena realizada a nombre de Seguros Banreservas tuvo lugar en el Centro Comunal Las Caobas, perteneciente a la Iglesia Católica. No se trata del espacio ni del plato servido, sino del uso de recursos públicos para prácticas excluyentes que desvirtúan el sentido del servicio y profundizan la división entre colegas.
La Escritura es clara y no negocia principios. Cuando el poder, el dinero o el interés personal intentan justificar la hipocresía, la Palabra recuerda que el valor supremo no está en el beneficio, sino en la verdad y en la conciencia limpia. Como enseña la Biblia en Romanos capítulo 5 verso 6, Dios obra por gracia y verdad, no por conveniencia humana. Ese principio confronta toda práctica que pretenda maquillar la injusticia con banquetes o silencios cómplices.
La politiquería barata hace estragos.
La falta de criterio y de personalidad también.
Pero aún queda algo que no pueden comprar: la paz de una conciencia limpia.
Sobre el autor: Cesáreo Silvestre Peguero es un destacado documentalista y comunicador dominicano, fundador de Documentales Reales, S.A. en San Pedro de Macorís. Su obra se ha caracterizado por el rescate de la memoria histórica y la denuncia social, resaltando producciones como Crónica de Dos Comunicadores. Con una trayectoria marcada por la independencia y la integridad, Silvestre Peguero ofrece en este artículo una radiografía ética sobre el ejercicio del poder y el periodismo contemporáneo.