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Perfil del Autor: periodista y escritor Cesáreo Silvestre Peguero

EL DOCUMENTAL COMO MEMORIA Y VOZ Cesáreo Silvestre Peguero es un investigador, periodista y escritor dominicano cuya...

miércoles, 12 de noviembre de 2025

​🍕 Honrado más, no leal.

Por Cesáreo Silvestre Peguero

​¡Qué paradoja hilvana el destino en la caja de cartón!

​Donde la masa prometía sustento, encontró el alma una prueba de fuego.

​Fueron honrados, sí, ante el oro fugaz que tentaba la sombra del bolsillo. Su virtud brilló, inmaculada y fuerte, al devolver lo ajeno. Un acto noble que merecía el aplauso, la luz de los focos, el eco de la prensa.

​Pero la virtud, oh, la virtud, a veces es un diamante pulido en un marco de arcilla. El mismo impulso que los llevó a la decencia les negó la gloria. El miedo a la verdad, a ese otro pacto el sagrado, el silente, les cortó la voz.

​La coherencia debe dictar la manera de exhibirnos, más allá de lo que decimos.

​Se cuenta de un hombre que se presentó con una dama a comprar una pizza a una pizzería. Al pagarla, el hombre y la mujer decidieron no degustar la misma enfermedad comercial en donde la habían comprado. Ambos prefirieron llevársela a otro lugar. Al llegar a

su destino, pudieron notar que la caja de la pizza en lugar de pizza estaba llena de dinero, lo que parecía indicar que los dueños del negocio guardaban el dinero en esa caja.

​Al la pareja encontrarse con esa sorpresa, decidieron regresar al negocio y devolver ese dinero.

El dueño del negocio, impresionado, pidió a los empleados llamar a la prensa para que se presentaran allí a grabar este gesto tan generoso de esta pareja, pero ellos desistieron la propuesta ya que, de aceptarla, se expondrían a ser identificados por sus parejas, pues ambos eran casados y estaban siendo infieles.

​Ambos fueron honrados, pero no leales.

Narciso González: El Abismo entre el Símbolo y el Hombre

Por Cesáreo Silvestre Peguero

​Hay ausencias que no dejan migajas, sino una cicatriz en el alma colectiva. La sombra persistente de Narciso González, el periodista y profesor universitario, es una partida física que se hizo, paradójicamente, imborrable.
​Es una afrenta al Estado de Derecho que, tres décadas después, el abismo de este crimen siga abierto. La verdad ha sido represada por manos oscuras. La sociedad viva tiene el deber de alzar la voz, pues es el reclamo de una nación para que la dignidad ciudadana jamás se desvanezca en el aire, liberando a familias y amigos de la ansiedad perpetua de la injusticia.
​Narciso González fue un puente entre la academia y la barricada, un hombre cuya vida era una cátedra de ética y una permanente rebeldía. Fue el crítico acérrimo que, con la ironía punzante de su pluma, se negó a arrodillarse. Su lucidez implacable al denunciar el fraude y a los militares fue el detonante. El 26 de mayo de 1994, la luz se apagó: el silencio cómplice y un vehículo oficial confirmaron el crimen estatal.
​El Laberinto de la Impunidad,
​la no-resolución del caso radica en la negligencia manifiesta de la investigación policial. Las teorías oscilan entre la certeza de la desaparición forzada (validada por la CIDH en 2012) y las hipótesis alternativas.
​La policía cerró el expediente sin acusación, ignorando el mandato de la justicia.
​Nunca se interrogó a los altos funcionarios y jefes militares que Narciso había señalado directamente.
La posibilidad de un suicidio o ausencia voluntaria, mencionada por su profundo cuadro depresivo, se enfrenta al hecho irrefutable de la no aparición del cadáver, un silencio que solo el poder puede imponer.
​La sentencia de la CIDH de 2012 puso nombre al verdugo el Estado dominicano pero la impunidad es el epitafio en el ámbito local.
​Luz Altagracia Ramírez Tatis ("Tatis") y sus cuatro hijos son la custodia de la memoria. Su incesante batalla ante el tribunal continental es un faro moral. El grito de Tatis de que "la justicia es cuando se haga aquí" nos recuerda que la verdad internacional no sustituye el deber nacional.
​La no-resolución del caso Narcisazo es una advertencia sombría de que los fantasmas de la dictadura aún rondan las instituciones. Reclamar su verdad es sellar la promesa democrática, honrando al hombre completo al héroe y al vulnerable para que la desaparición forzada jamás sea un capítulo impune de nuestra historia.

25 Años de Canto y Trascendencia: Un Homenaje a Félix Ramírez Sepúlveda

​Por Cesáreo Silvestre Peguero

​Si 2 décadas son un respiro en la historia, 25 años son la confirmación de una obra consolidada y de una vida tejida en el crisol del arte. Ese mérito ha sido la trayectoria del cantautor Félix Ramírez Sepúlveda, consagrada insignia de la cultura petromacorisana.
​Esta efeméride se celebró con un concierto memorable en Casa de Teatro en Santo Domingo, donde un selecto público se dio cita el pasado viernes 7 de noviembre de 2025. Fue un acontecimiento histórico que trascendió la mera música para convertirse en un pacto de lealtad a la autenticidad.
​La Gratitud del Artista
​Con la sencillez que distingue a los grandes, Félix Ramírez Sepúlveda expresó una profunda gratitud cultural y humana a todos los que acudieron a compartir el peso y la luz de su cuarto de siglo en el arte.
​Su reconocimiento fue un abrazo extendido: a la hospitalidad de Freddy Ginebra y el equipo de Casa de Teatro; a la complicidad vocal de Eric Lirian; al soporte incondicional de Frandy y el equipo de Publicidad Frandy; a la presencia luminosa de Marivel Núñez, Manuel Martínez, y de la ejemplar Altagracia Ramírez Vda. de Narciso González; a las primas que son pilares (Nelly, Angelita e hija); y al público entusiasta que fue su coro.
​Mención especial mereció la lealtad de sus raíces, la comitiva cultural que viajó desde San Pedro de Macorís: Máximo Castro, Hilario López Zorrilla, Noelia del Instituto Duartiano, y el amigo López, custodio del transporte.
​Las Sombras de Macorís del Mar
​Sin embargo, en medio del fulgor de la celebración, brillaron con una dolorosa intensidad las ausencias.
​Los representantes del Ministerio de Cultura, del departamento de cultura del Ayuntamiento de San Pedro de Macorís, y de la  Coalición Cultural Literaria Carmen Natalia (representado por Aurelia Castillo), entre otros entes ligados al arte, decidieron dar la espalda a su propia historia.
​Su vacío en el templo de la cultura metropolitana no solo fue una descortesía hacia el artista, sino una elocuente manifestación de la falta de criterio y sensibilidad cultural que aún lastra a Macorís del Mar. El arte, cuando es genuino, siempre desnuda la mediocridad institucional.