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Perfil del Autor: periodista y escritor Cesáreo Silvestre Peguero

EL DOCUMENTAL COMO MEMORIA Y VOZ Cesáreo Silvestre Peguero es un investigador, periodista y escritor dominicano cuya...

sábado, 9 de abril de 2011

PRESOS EN LIBERTAD

Por Cesáreo Silvestre Peguero


El título de este artículo parece  uno más de esos anuncios en los cuales  se publica la excarcelación de estafadores de cuello blanco, que con frecuencias salen de las cárceles impunemente. Es así, pese a estar implicados en actos de  corrupción, tales como los del PEME, Plan Renove?, El Pepe-guey, la quiebra de los bancos y otros...
La libertad de los tales, ya es rutina; aunque no es así la de los desprovistos de recursos, que carecen de dinero para comprar conciencias.
En República dominicana la mayoría de los palacios de” justicia” son mercados comunes, donde se compra y se vende el derecho de ser libre, con algunas excepciones…
Ha habido cierta mejoría en las instalaciones de algunas cárceles y palacios de justicias, pero  en la calidad del trato humano hace falta mucho. Persisten aún las decisiones parcializadas en algunos jueces y en el ministerio público. Las prisiones siguen con más de un 80% de reclusos preventivos. 

Descongestionar las cárceles  debe ser parte del adecentamiento y exhibición de progreso de la justicia dominicana. Es tiempo de que implementen  tratos dignos a los detenidos, y entender que son seres humanos a pesar de las infracciones que por error hayan cometido.
Se contribuye mucho a la disolución social de una nación cuando se comprueba que la justicia no funciona en los casos de los que tienen poder, riquezas, e influencia social y mediática. 
La convicción de que, desde la cúspide social se incentivan modelos de enriquecimiento ilícito (desde el sector público y del empresariado privado), que cuentan con impunidad, incentiva la delincuencia, también, en los menos favorecidos. 
Parece ser que hay que enriquecerse como sea y a costa de quien sea. Y que quien lo logre también gozará de aceptación social, por vía de su dinero, y de impunidad. 
En manos de los dirigentes de la sociedad dominicana está, pues, que nuestro país no profundice su degeneración moral. Sometiéndose ellos mismos al estado de derecho y al cumplimiento de la ley, podrán prevenir y combatir la disolución de la sociedad dominicana. Si no lo hacen, serán más responsables que los que, mal orientados por los ejemplos que le vienen de arriba, caigan en narcotráficos, pandillerismo, delincuencia organizada o individual. Si caemos en situación de inviabilidad social o en un “Estado Fallido” la culpa será del mal ejemplo de la clase gobernante.

Libre?


Es sentirse disfrutar del tiempo sin limitaciones. Es gozar de libertad en el marco de las reglas prudenciales. Es darle cabida a la opción de elegir sin impedimento alguno.

En ciertos casos, se  ve a muchos andar libremente aunque interiormente son presos de sí mismos por qué no disfrutan lo que sienten hacer por temor a los que piensen  los demás. En cambio a otros, las barreras no les impiden disfrutar esos momentos de libertad que aun estando encerrados físicamente no se cohíben de darle cabida a sus sentimientos y disfrutar del amor, como se comprueba en la presente gráfica en donde las barreras son contrarrestadas por los sentimientos.
En muchos casos, se es apreso de la acuciante  conciencia; no siempre del todo, los libertados dejan de ser  encerrados,   y  muchos  encarcelados injustamente se hallan libre de conciencia, a estos  llamo: presos en libertad.
                                                   
Por Cesáreo Silvestre Peguero.
  

DESIGUALDAD SOCIAL

Por Cesáreo Silvestre Peguero. 
 
Es desigual todo lo que guarde relación con la extrema diferencia entre una cosa y otra, tal como existe entre los desposeídos y los afortunados.
Quienes hayan acumulado dinero en buena lid, en base al trabajo productivo, tienen todo su derecho a disfrutar de sus fortunas; mas no concibo que habiten tan conforme los que tanto tienen, viendo a otros necesitar  de un pedazo de pan o vestuario. Alrededor de 4.500 millones de personas, el 75 por ciento de la población mundial vive en los países en vías de desarrollo y 1.000 millones de ellos subsisten en la  miseria.
Independientemente de los esfuerzos que hagamos para obtener los bienes, debemos saber que las bendiciones provienen de Dios y él le agrada que las comportamos con el necesitado.
Cada cual debe lograr su propio sustento; pero muchas veces los demás requieren de nosotros, como hemos recibido de otros en ciertas ocasiones. El hambre turba, atormenta, desespera emborracha, confunde y crea una indescriptible inquietud. Sé muy bien porque lo digo: la he sentido. 

En la medida en que no dependamos de las avaricias, haremos crecer la quietud que reposa en quienes se satisfacen en ayudar en sus limitaciones aun y, a pesar de ello les alcanza para compartir con los necesitados haciendo honor al mandamiento divino que nos manda amar a nuestro prójimo como a nosotros mismo.
El sol debe salir para todos y más  cuando la necesidad extrema se impone. Los seres solo son humanos si saben justificarlo: si son más humanos. –Si pueden amar. (Ricardo Montanel).
La piedad es la señal más fidedigna de quien posee a Dios en su corazón.
Hacer frente a la extrema pobreza en el mundo en general y en nuestro país en particular, es una labor que hay que desarrollar con clara conciencia de que se trata de un esfuerzo a corto, mediano y largo plazo. La inversión en educación es el mejor instrumento para atacar la desigualdad social y mejorar el acceso a las oportunidades. Y educación para los más pobres, con calidad, llegando hasta la formación técnica y la profesional, incorporando el conocimiento de nuevas tecnologías basadas en el desarrollo de la informática y las comunicaciones modernas; pero no basta con invertir en educación para todos, mientras tanto hay que asistir con programas sociales que transfieran recursos a los más marginados, aquellos que por su edad, minusvalidez física o social sean los más difíciles de incorporar a la vida económica del país a través de la educación y la formación laboral. 
Pero no habrá menos desigualdad, sino se atiende el acceso cada vez más de los pobladores al agua, a la salud, la tierra, la vivienda, y otros servicios básicos. Se necesita mejorar, también, el acceso al crédito (financiamiento para los emprendedores) tanto a nivel profesional y vocacional, como de los  que tienen iniciativas para las pequeñas empresas. 
Esto debe incluir el apoyo financiero de los esfuerzos asociativos, de los bríos solidarios que se traduzcan en empresas económicamente rentables y socialmente útiles.
Por el camino del hambre, no se puede ir ya a la democracia. La democracia no darme sin sabana, no se sienta a comer en el suelo. La democracia, es un lujo de países ricos.
-Prof. Juan Bosch.

EN SU LUGAR


Por Cesáreo Silvestre Peguero.
                                                                                     

Está en su lugar, todo lo que ocupa el espacio físico que por norma le corresponde; en lo material, espiritual, natural o artificial.
En la dinámica cotidiana de cada día, existen dos entes productivos que ocupan sus lugares y ameritan ser considerados en el ejercicio de sus funciones, las que ponen de manifiesto usando la insistencia como instrumento para agenciarse los ingresos económicos que les permiten subsistir. 
-Son ellos los  Moto-conchos y Limpiabotas -Estos productivos ciudadanos rinden un útil servicio  a la sociedad y como tal hay que verlo.
El alcance de su recaudación económica, en medio de tantos que le “tercian”, les hace ofertar sus servicios una y otra vez; de esto sobre viven y, hay que entenderlos.
Es natural que ante sus persistencias nos inquietemos y, más en estos tiempos cruciales, en un país como República Dominicana, (donde se carece del dinero hasta para malamente comer). Moto-conchos y Limpiabotas, tienden a ser constantes al ofertar sus servicios, en el caso de los  Limpiabotas, estos  insisten en Preguntar: “¿Va a limpiar amigo-amiga?”. Mientras que los Moto-conchos persisten en preguntar  ¿Te vas?” 

Peor es que nos mantengamos aburridos ante las humildes preguntas que no cesaran por más mal
geniosos que seamos, Con  las actitudes groseras sólo “amellamos” los ánimos de quienes lucen
dispuestos a insistir y servir.
Debemos ejercitar la paciencia poniendo buena cara; esto así, si nos ponemos en su lugar.

Reconocer a los demás sin exclusión.

Lo objetivo es impersonal, este principio se debe manifestar en nuestra forma de actuar. 
Pueda que alguien no nos haya de simpatizar, pero sus cualidades no la podemos obviar.

Consigamos madurar, en el plano profesional, gerencial socio cultural, familiar y en sentido general.
Reconocer a tientas sin ver el objeto.

 Por Cesáreo Silvestre Peguero.

martes, 5 de abril de 2011

CUANDO LUCHAR TIENE SENTIDO.

Por Cesáreo Silvestre Peguero. 
 

La lucha es el ejercicio constante que tiene como fin alcanzar el logro
en cualquiera de los variados propósitos que cada cual se traza
en la vida. Esas realizaciones son importantes y útiles cuando el fin es de bien para todos. –Como el que tenía la luchadora campesina
Mamá Tingò, que ¡tanto luchó! favor de sus compañeros de jornadas, con quienes libró grandes batallas en procura de que los desposeídos tuviesen derecho a cultivar las tierras.
Reitero, su lucha no fue particular, sino fusionada con las de los demás, en provecho de cuantos le rodeaban.
Con excepción de los oportunistas, terratenientes y opresores en contra de los derechos comunes.
En su piel parecería reposar el negro oscurecer de su parecida
noche: Cuando descansan los trabajadores.
A esa ejemplar mujer le caracterizaba el interés por sus con
ciudadanos. La justicia social era su semejante. Se dejaba invadir del amor al prójimo, esa actitud le concedió la admiración y el respeto de todos los perseverantes.
A pesar de que Florinda Soriano Muñoz (Mamá Tingó) era una dama “iletrada,” tenía condiciones y carácter suficiente para representar la lucha contra los desalojos injustos.
Su limitación educativa se debió al tiempo que le ocupó el cultivo
y siembra de los productos cosechados en el campo.
A la edad de 5 años murió su madre siendo criada ella y sus hermanos
por su abuela Niní Soriano. Aún con edad de niña acompañaba a su abuela, junto a sus hermanos, por las calles de la capital, vendía unas bolsitas llenas de carbón, que ella misma ayudaba a preparar llenándolas y colocándolas en las árganas de los animales. “Cadbón,
cadbón”, voceaba con su voz infantil por “La Capotillo”, ahora
avenida Mella, antes “El Camino de los Burros,” por los barrios de Ciudad Nueva, San Carlos, San Miguel, San Lázaro, “cadbón, cadbón”.
Años más tarde se casó con Felipe Muñoz, con quien decidió tener sus hijos y sostenerlos del trabajo sagrado de sembrar la tierra.
Su esposo Felipe, murió asesinado en un pleito de galleras, dejando en orfandad a sus hijos, el mayor, Domingo Tingó, tenía seis años.
La ausencia de su esposo le hizo esforzarse aún más, teniendo que enfrascarse a trabajar con más insistencia para obtener el sustento de su familia por sí sola. Cosechaba variados productos que vendía,
entre ellos cajuiles, aguacates y bijas. Esa dama trabajadora y de
temple iba a los campos a labrar y cultivar la tierra con su habitual
machete usado como herramienta. Tras el paso de los años y al
quedar viuda, se unió con el agricultor Jesús María de Paula.
Un militar conocido como Pupo Román se había adueñado de forma impropia de las tierras que eran cultivadas por honradas mujeres y
hombres; quienes fueron desalojados arbitraria e imprudentemente, y a quienes les fueron derribadas sus casas construidas con mucho
esfuerzos y escasos recursos.
No fueron alambradas de inmediato las propiedades, pero por él fueron “vendidas” a Virgilio Pérez, quien a esas tierras llevaba sus vacas que comían y atrofiaban los sembradíos de los agricultores
que con entrega las cultivaron, y que luego araron tractores
sembrándolas de piñas.
Quintales de bija, café, cajuiles y otros productos del campo fueron destruidos; pero aún los campesinos permanecían habitando allí, ejerciendo las labores que hacen producir los campos para provecho de todas las grandes ciudades del mundo.
Años más tarde surgió un “nuevo dueño” llamado Pablo Díaz, quien alambró esas tierras, terminó devorando con tractores esos conucos cultivados por largos años.
Pagó a un contingente de policías de los que aterrorizaban al país.
Entre esos oficiales se cita a un tal “Tipo-Tanque y otros”, que apresaban y maltrataban a los agricultores manteniéndolos en una constante zozobra, viéndose obligados a laborar casi a escondidas; permanentemente aquellos hombres y mujeres tenían que rehacer
sus conucos una y otras veces. El indicado acontecer fue protagonizado por la legendaria luchadora y dirigente excepcional Mamá Tingó, quien fue apresada. Sus
verdugos policiales engañaban a los campesinos hablándoles de reformas agrarias, en alianza y complicidad con sectores de laizquierda dominicana; se les ocurrió echarle a ella gratey y
pica-pica produciéndole alergias y picazones, pero se mantenía trabajando con su mocha.
La comunidad la escuchaba y respetaba. Ella entonaba el cántico:
“No me dejen sola, suban la vó/ Que la tierra e mucha y dá pa tó” En esas luchas tenaces Tingó y sus compañeros de luchas fueron golpeados, resultando con roturas de costillas, y numerosos moretones que fueron ocasionados en sus apresamientos y persecuciones.
Deshicieron algunas de sus reuniones en el lugar llamado “la tranquilidad”, que quedaba en la cercanía. 
Dicen que el terrateniente le ofreció “dinero y un apartamento” para que dejara la lucha; pero que ella le contestó que no, que ella prefería que la mataran, porque si no seguían la lucha no iban a conseguir que sus hijos, cuando ella faltara, y la comunidad pudieran trabajar la tierra. Siguió la “Lucha Grande”,
como fue llamada, hasta en los tribunales. Fue asesinada un primero de noviembre después
de regresar del sitio de Monte Plata, en el año 1974 en Gualey, Hato
Viejo, Yamasá, en República Dominicana.
Un individuo llamado Durín, disparó dos escopetazos contra Mama Tingó, quien así murió de
mano de un hombre cobarde que se resistió a tolerar las luchas de esa valiente mujer, que sirvió de ejemplo a seguir y no se dejo mancillar su honor.
En distintos países del mundo siguen siendo ocupadas las tierras
por poderosos…; pero se toman más en cuenta los derechos del
ciudadano gracias a los que han dejado su ejemplo como estandarte.
Mama Tingó era integrante de Liga Agraria Cristiana que componían 350 familias empobrecidas, que luchaban desde décadas. Hoy más que nunca se requiere la unidad para alcanzar las mutuas conquistas que nos corresponde disfrutar a todos
sin exclusión de género color ni estirpe social.
Las luchas reivindicativas protagonizadas por sindicalistas como Mauricio Báez y Mamá Tingó, deben ser causa de motivación por
parte de los dirigentes sindicales de hoy, que se han apartado
de los principios y las luchas, eso así, por el afán de beneficios
particulares que ejercen la mayoría de los partidos Políticos,
algunas iglesias, sindicatos y gremios; en los que sus integrantes
prefieren confabularse con los potentados.
En un país donde el Estado posee los derechos de propiedad sobre
extensas y diversas porciones de tierras distribuidas por toda la
geografía nacional, se ha permitido, desde la muerte de Trujillo en
el 1961, que gran parte de ese patrimonio pase a ser usados por
personeros ligados a los partidos políticos, los organismos armados
y las familias de terratenientes tradicionales.
Las personas que han habitado en muchas comunidades han sido
despojadas de sus derechos (muchas veces no asentados debidamente
en la jurisdicción de tierras), basados en la ocupación y permanencia
durante generaciones.
La Reforma Agraria fue limitada, y no incluyó los amplios predios del Estado con vocación agrícola, los ocupados por la otrora pujante Industria Azucarera y los usurpados por terratenientes en disputas con los pobladores rurales.
No se ha tenido voluntad política para hacer una verdadera transformación
agropecuaria que no solo dé acceso a las tierras a los
verdaderos agricultores, sino que ponga en sus manos los recursos
tecnológicos, financieros y de mercados que hacen eficientes a la
agricultura moderna. Esta es, lamentablemente, otra tarea

pendiente de quienes nos han gobernado.