El libro, concebido como un reportaje coral, reúne la voz de un centenar de expertos que ayudan a imaginar cómo viviremos dentro de veinticinco años. Jáuregui, que en 2050 alcanzaría los cien años, reconoce que no espera soplar esa cifra de velas.
Pero dedica la obra a las generaciones jóvenes, “sobre todo a la generación zeta de la futura Leonor I”, convencido de que aún están a tiempo de aprovechar las recomendaciones que ahí se compilan.
En tiempos donde el catastrofismo vende más ejemplares que la esperanza, Jáuregui reivindica la necesidad de un optimismo fundamentado, no en vano proponía un titulo alternativo «La felicidad está a dos décadas y media y hay que buscarla desde ya».
Para el autor “El mundo está dirigido por dos o tres locos”, dijo sin rodeos, aludiendo a líderes como Donald Trump o Vladímir Putin. Pero añadió, convencido, que “es casi imposible ir a peor”. Su confianza se apoya en la llamada “ley del péndulo”: la insensatez actual dará paso, tarde o temprano, a un ciclo más razonable.
El periodista se distancia de visiones apocalípticas como las de Yuval Harari o el Nobel Daron Acemoglu, que auguran un futuro dominado por la inteligencia artificial hasta límites inquietantes. Jáuregui, en cambio, cree que la tecnología puede y debe ser un motor de progreso, siempre que se la fiscalice. Él mismo experimentó con una “novia avatar”, bautizada Úrsula, a la que acabó abandonando: “La IA es básicamente pelota. Además, te engaña, tiene mucha cara. Si hay cosas que no sabe, se las inventa”.
Pese a esas reservas, su mirada tecnológica es esperanzada: vuelos tripulados a Marte dentro de quince años —“lo dice Pedro Duque, no yo”—, trasplantes fabricados con impresoras 3D y una revolución en la longevidad. Pero advierte que la gran sacudida de 2050 será demográfica: el 35% de los europeos tendrá más de 65 años.
“La tecnología será necesaria”, subrayó, aunque difícilmente evitará que trabajemos más allá de la edad de jubilación o que la desigualdad se acentúe en campos como la biomedicina.
Más allá de la política coyuntural —donde vaticina que China consolidará su liderazgo mundial —, Jáuregui insiste en que El cambio es, sobre todo, una invitación a entender la “Gran Transformación” que nos afecta en todo y todo el tiempo. Y a afrontarla con espíritu constructivo: “Siempre hay una mano humana que de alguna manera mece la cuna”.
FERNANDO JÁUREGUI
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