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Perfil del Autor: periodista y escritor Cesáreo Silvestre Peguero

EL DOCUMENTAL COMO MEMORIA Y VOZ Cesáreo Silvestre Peguero es un investigador, periodista y escritor dominicano cuya...

domingo, 3 de abril de 2011

EL VALOR DEL TIEMPO


Cesáreo Silvestre Peguero. 

            
Plátano maduro no vuelve a verde, el tiempo que se va no vuelve.
Si se creara conciencia de este lema tal vez no habrían tantos que se lamenten por lo que no supieron aprovechar en el tiempo brindado.
Las doce horas del día, comprendidas de 6 de la mañana a seis de la tarde, poseen 720 minutos, y si le sumamos las 4 horas, de 6 a 10, diríamos que disponemos de 960 minutos diarios. ¿Qué estamos haciendo con el tiempo? ¿Los estamos aprovechando?
O, ¿lo estamos desperdiciando? Hay que saber utilizar el tiempo.
Lo que somos hoy, es el resultado de lo que hicimos ayer, y lo que seremos mañana va a depender del hoy. La televisión absorbe mucho tiempo útil que puede aprovecharse en algo de mayor provecho; debe de leerse en tiempo libre buenos libros, dentro de ellos la Biblia; dedicarlo al diálogo con provecho, que nos ayude a crecer como seres humanos.
La televisión no es siempre sana ni tan educativa; aunque en algunos casos funge como ente de orientación. Sin embargo, a través de esta, se norma en la mayoría de los casos la conducta de los que a temprana edad tienden a regirse por ella.
Para cuando el niño llegue a la edad adulta habrá visto miles de actos violentos y asesinatos.
La pantalla chica mantiene la atención de los telespectadores a base de peleas, matanzas, efectos especiales y sexo.
Los productores se van cada vez más a verdaderos extremos para impactar y excitar a la gente: presentan más escenas violentas y con un contenido más gráfico, más sexual y más sádico.
La violencia televisiva genera agresividad en las personas y hace que sean menos compasivos con las víctimas de actos violentos en la vida real. También se afirma que las escenas de sexo fomentan la promiscuidad y socavan la moralidad. La Biblia hace referencia al sexo y  la violencia, pero lo hace para instruir, no para entretener (Romanos 15:4).
En la mayoría de los casos, la televisión no tiene el objetivo de instruir, sino vender, y esos no son precisamente los valores que se fomentan en muchos de los programas de televisión. (Isaías 2:2-4; 1 Corintios 13:4-8; Efesios 4:32).
No pretendo que se deje de ver televisión, puede verse; pero, sopesadamente y no novelas y películas que sólo tratan banalidades de contenido trivial e instan a depravación moral.
Deben ocupar nuestro tiempo programas que instruyan, eduquen, orienten, cercioren o enriquezcan nuestros conocimientos   de forma sana y, porque no, que nos diviertan sin morbosidad.

NO DAR CABIDA…

Cesáreo Silvestre Peguero

El adoptar el título de este artículo sería negarse a encubrir aquellos pensamientos que no se deben fomentar en nuestro interior.
Desde la creación del mundo Dios en su inmensa soberanía proveyó al ser Humano de libre albedrío (voluntaria decisión para que escoja entre el mal o el bien).
Muchas veces solemos darle cabida a algún pensamiento que, de aplicar, nos pudiese perjudicar más que beneficiar.
El dar cabida a un pensamiento debe ser de beneficio moral familiar, espiritual, económico, intelectual, o para nuestra paz emocional.
Lo contrario se debe rechazar.
A los pensamientos que degraden uno de los puntos señalados no se le debe dar cabida.
Para despojarnos de esos pensamientos hay que  tener una útil mentalidad para contrarrestar las malas influencias.

Para esto, hay que estar consciente del daño que nos causa el abrigarlo en nuestras mentes.
Dominar el pensamiento requiere rechazar lo que nos haga mal pensar.
No debemos dar cabida.

CUANDO SE ALBERGA EL EGOÌSMO

Por Cesáreo Silvestre Peguero.
                                                                                    
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SUBESTIMAR

Cesáreo Silvestre Peguero.


A pesar del gran conocimiento que exhiben mucho, somos incapaces de ver lo intangible que solo logran percibir las personas provistas de espiritualidad que  alcanzan mirar el interior del corazón o del alma; no así los otros, a pesar del vasto conocimiento que se tenga en término humano, sin tener el espíritu de Dios en sí. Samuel fuel el único personaje Bíblico que fue Profeta, Sacerdote y Rey: tales atributos y facultades del conocimiento y la sapiencia, no le fue suficiente para discernir a quien ungir.
Y dijo Jehová á Samuel: ¿Hasta cuándo has tú de llorar á Saúl, habiéndolo yo desechado para que no reine sobre Israel? Hinche tu cuerno de aceite, y ven, te enviaré á Isaí de Beth-lehem: porque de sus hijos me he provisto de rey. Y dijo Samuel: ¿Cómo iré? Si Saúl lo entendiere, me matará. Jehová respondió: Toma contigo una becerra de la vacada, y di: A sacrificar á Jehová he venido. Y llama á Isaí al sacrificio, y yo te enseñaré lo que has de hacer; y ungirme has al que yo te dijere.
Hizo pues Samuel como le dijo Jehová: y luego que él llegó á Beth-lehem, los ancianos de la ciudad le salieron á recibir con miedo, y dijeron: ¿Es pacífica tu venida? Y él respondió: Sí, vengo á sacrificar á Jehová; santificaos, y venid conmigo al sacrificio. Y santificando él á Isaí y á sus hijos, llamólos al sacrificio.
Y aconteció que como ellos vinieron, él vió a Eliab, y dijo: De cierto delante de Jehová está su ungido. Y Jehová respondió á Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová mira no lo que el hombre mira; pues que el hombre mira lo que está delante de sus ojos, más Jehová mira el corazón. Entonces llamó Isaí á Abinadab, é hízole pasar delante de Samuel, el cual dijo: Ni á éste ha elegido Jehová. Hizo luego pasar Isaí á Samma.
Y él dijo: Tampoco á éste ha elegido Jehová. E hizo pasar Isaí sus siete hijos delante de Samuel; más Samuel dijo á Isaí: Jehová no ha elegido á éstos. Entonces dijo Samuel á Isaí: ¿Hanse acabado los mozos? Y él respondió: Aún queda el menor, que apacienta las ovejas. Y dijo Samuel á Isaí: Envía por él, porque no nos asentaremos á la mesa hasta que él venga aquí.
Envió pues por él, é introdújolo; el cual era rubio, de hermoso parecer y de bello aspecto. Entonces Jehová dijo: Levántate y úngelo, que éste es. Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y ungiólo de entre sus hermanos: y desde aquel día en adelante el espíritu de Jehová tomó á David.

Levantóse luego Samuel, y volvióse á Rama. Y el espíritu de Jehová se apartó de Saúl, y atormentábale el espíritu malo de parte de Jehová. Y los criados de Saúl le dijeron: He aquí ahora, que el espíritu malo de parte de Dios te atormenta. Diga pues nuestro señor á tus siervos que están delante de ti, que busquen alguno que sepa tocar el arpa; para que cuando fuere sobre ti el espíritu malo de parte de Dios, él taña con su mano, y tengas alivio.
Y Saúl respondió á sus criados: Buscadme pues ahora alguno que taña bien, y traédmelo.
Entonces uno de los criados respondió, diciendo: He aquí yo he visto á un hijo de Isaí de Beth-lehem, que sabe tocar, y es valiente y vigoroso, y hombre de guerra, prudente en sus palabras, y hermoso, y Jehová es con él.
Y Saúl envió mensajeros á Isaí, diciendo: Envíame á David tu hijo, el que está con las ovejas. Y tomó Isaí un asno cargado de pan, y una vasija de vino y un cabrito, y enviólo á Saúl por mano de David su hijo. Y viniendo David á Saúl, estuvo delante de él: y amólo él mucho, y fué hecho su escudero. Y Saúl envió á decir á Isaí:
Yo te ruego que esté David conmigo; porque ha hallado gracia en mis ojos. Y cuando el espíritu malo de parte de Dios era sobre Saúl, David tomaba el arpa, y tañía con su mano; y Saúl tenía refrigerio, y estaba mejor, y el espíritu malo se apartaba de él. Entonces Jehová dijo: Levántate y úngelo, que éste es. Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y ungió  de entre sus hermanos: y desde aquel día en adelante el espíritu de Jehová tomó á David.
A pesar de que David era rubio, de ojos de buen parecer, pero no fue su físico lo que le hizo merecer tal distinción sino, buena relación con Dios.
La indicada referencia atestigua cuan limitados y parcializados somos al regirnos por las apariencias.
Igual proceder se hace semejante en los diferentes ámbitos en los que concierne a la preferencia electiva de alguien para una posición o en una elección, incluyendo las preferencias amorosas o amistosas. Esto ocurre en lo político, laboral, social y hasta en el seno del hogar. 
Ojalā que este tema, nos haga reflexionar y no actuar por las apariencias que desvía el valor intrínseco de las cosas.

EL SANO JUICIO

Por Cesáreo Silvestre Peguero.  
                                                                                                     
Se hace sano el enjuiciar, cuando quien encausa se mide por enjuiciar su propio proceder; si siempre actuáramos con el nivel de conciencia que ello amerita, poniéndonos en lugar de los demás, lográramos proceder con menos ligereza y destemplados prejuicios.
Un hombre estaba caminado a lo largo del muelle de la bahía de chesapeke en la isla de Kent. El sol brillaba. 
Un inmenso yate blanco cruzó, y un juicioso se pregunto: a que persona rica pertenecerá.
¿No podría tanto dinero utilizarse mejor para ayudar a los pobres?, de pronto se sintió inquieto por una idea que vino a su mente:
¿No tengo yo ahorros mayores que un estadounidense pobre que pudiera ahorrar, y más de lo que un ciudadano de un país del tercer mundo pudiera ganar en toda su vida?
Y se dijo asimismo: ¿qué me impide dedicar más de mi dinero para ayudar a personas hambrientas y sin hogar, o sin servicios de salud, aquí y en otras naciones? ¿Si yo juzgo al dueño de este yate no soy como los fariseos a quien Jesús reprendió?
Después de meditar con humildad, regresó a su casa comprometido a aumentar sus ofrendas para el año próximo y ser un mejor mayordomo de los recursos que Dios le concedió. Accionar más que hablar, así  se debe actuar.

JESUCRISTO, EL PERRO Y LOS NIÑOS

Cesáreo Silvestre Peguero.
                                                                                   

Existen diferencias abismales en los titulados; de esto estoy consciente y absolutamente convencido; sin embargo, me valgo de sus similitudes para sustentar sus afinidades en nobleza, fidelidad y sinceridad.
Los seres humanos debiéramos aspirar a ser portadores de las semejantes cualidades que define a los tales. La autenticidad y lealtad la debemos adquirir poniéndola de manifiesto en nuestro diario vivir.
Los animales que muchos llaman irracionales no deben superar nuestro nivel de raciocinio.
Si nos jactamos en llamarnos sapientes
¿Por qué somos menos fieles  que los Perros?
¿Qué pasa que los niños nos aventajan en nobleza, lealtad y honradez?
Un niño puede reír hasta 300 veces en el día y un adulto, por más estimulado que esté, solo llega a reír 60 veces al día. Se deduce que la risa está ligada a la inocencia.
Aunque algunos vean a los niños “pequeños,” estos son grandes en sanos sentimientos; ya que en ellos no hay resentimientos.
Porqué si nos llamamos hijos de Dios no heredamos su carácter y nivel de justicia, tolerancia e inconmensurable amor desprendido y en esencia buen amigo.
En la mayoría de las ocasiones, preferimos deleitarnos en ver en los demás los defectos y solemos ignorar los nuestros.
Seamos más correctos, alcanzando el nivel de los honestos…
En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos? Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: de cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entrareis en el reino de los cielos. 
Asique, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos.(San Mateo 18: 1-4).
Protegedme de la sabiduría que no llora, de la filosofía que no ríe y de la grandeza que no se inclina ante los niños.