Por Cesáreo Silvestre Peguero
Señores, es penoso y causa tristeza,
se haya dejado en total abandono
el colegio de periodistas, sin rumbo ni trono.
Ayer hubo juramentación con algarabía,
¿para qué, si no se ve hoy su energía?
Llegan ambas directivas, con gran clamor,
y se va sin dejar rastro de honor.
La verdad, duele reconocerlo y decirlo,
porque las promesas fueron sólo edelirio.
El local que con sudor al fin se erigió,
hoy solo muestra el daño que la inercia tejó.
Hay que pedir disculpas con toda humildad,
al exsíndico Tony, por su lealtad,
pues su aporte valioso y de gran valía,
no ha recibido la honra merecida.
Una vez más lo he comprobado,
los gremios están muy desacreditados,
se perdió el fervor, la unión y la guía,
solo queda el eco de lo que un día había.
El SNT, con su historia tan digna,
se muestra en ruina, y esa imagen lastima.
El colegio de periodistas, triste y en sombra,
hoy refleja un gremio que ya no asombra.
Ojalá renazca el espíritu perdido,
que resurja el valor del comprometido,
y que el periodismo, en esta batalla,
se levante sin otras fallas.
Nota: ver grabación desde esa abandonada edificación:
https://youtu.be/IlJLPsN-r98?si=0RPet309iqjjuMHM
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