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Perfil del Autor: periodista y escritor Cesáreo Silvestre Peguero

EL DOCUMENTAL COMO MEMORIA Y VOZ Cesáreo Silvestre Peguero es un investigador, periodista y escritor dominicano cuya...

sábado, 29 de noviembre de 2025

Entre la ignorancia y el ego.

Por Cesáreo Silvestre Peguero
algomasquenoticias@gmail.com 

La ignorancia suele disfrazarse de inocencia, como si fuera apenas un descuido o una falta menor. Sin embargo, cuando se observa con mayor detenimiento, se descubre que en ella habitan sombras que pueden parecerse mucho al ego. No toda ignorancia nace de la falta de oportunidades; a veces surge del desinterés deliberado por aprender, crecer o escuchar.

Hay quienes reconocen que desconocen algo, pero aun así deciden actuar como si lo supieran todo. Esa actitud no es un simple error, sino una rebelión interior. Es un gesto de altanería que los coloca en la misma postura de quienes se sienten superiores sin tener fundamento alguno. Es la soberbia disfrazada de ingenuidad.

La ignorancia consciente tiene una marca particular: la indiferencia con propósito. No se trata únicamente de no saber, sino de no querer saber. Es mirar hacia otro lado cuando la verdad se presenta, porque aceptarla implicaría transformar algo en el interior. Y muchos prefieren mantenerse en la comodidad del autoengaño antes que enfrentar la luz.

El ego, por su parte, es ese “yo” inflado que vive de apariencias. No reconoce méritos ajenos porque teme que hacerlo reduzca su propio valor. No admite errores porque confunde equivocarse con perder dignidad. Y no acepta que, detrás de tantas poses, puede existir un vacío profundo que ninguna vanidad puede llenar.

Cuando la ignorancia y el ego se encuentran, forman una mezcla peligrosa: la persona no sabe, no quiere saber y tampoco permite que otros aporten. Se encierra en una neblina de autosuficiencia donde todo cuestionamiento parece una amenaza. Así, se aleja de la verdad, de la humildad y hasta de la posibilidad de crecer espiritualmente.

La verdadera sabiduría no nace de acumular conocimientos, sino de reconocer límites. El humilde aprende porque sabe que necesita aprender. El necio, en cambio, se estanca porque teme admitir su fragilidad. Es allí donde la luz de Dios puede abrir camino, cuando el corazón deja de ser altivo y acepta que la verdad no disminuye a nadie, sino que lo eleva.

Al final, tanto la ignorancia consciente como el ego revelan un mismo problema: la distancia entre el ser humano y su propósito. Sólo cuando se deja a un lado la soberbia y se abraza la sinceridad, la vida encuentra dirección. Y como dice la Escritura en Romano capítulo 5, verso 6, Cristo vino precisamente cuando éramos débiles, ignorantes y necesitados. Él es quien llena ese vacío que el ego jamás podrá saciar.

jueves, 27 de noviembre de 2025

La Forja del Servidor: Porfirio Peña, Ética y Legado desde San Pedro de Macorís

Por Cesáreo Silvestre Peguero

Porfirio Peña es uno de los abogados con mayor reputación de San Pedro de Macorís; un hombre de servicio con un apego especial a su familia. Padre de cinco hijos profesionales: la Licda. Leysi A. Peña Acosta, el Dr. Adalberto de Jesús Peña Acosta, la Dra. Brenda M. Peña Acosta, la Dra. Melissa Doridez Peña Acosta y el Dr. Arnaldo Alexis Peña Acosta, y un escritor instructivo que ha descollado con éxito en el derecho.
​El Cincel del Origen y la Ética Inquebrantable
​Nació el 6 de septiembre de 1948, en la laboriosa provincia de Monseñor Nouel (Bonao). Desde sus inicios, Porfirio Peña estuvo destinado a construir su vida sobre los pilares del trabajo y el conocimiento. Su formación inicial, cimentada entre Bonao y la Escuela Paraguay de la capital, forjó un carácter incansable, templado en las aulas nocturnas del Liceo Puerto Rico de San Pedro de Macorís. Esta senda, marcada por el esfuerzo bajo la luna, es el primer verso de su ética inquebrantable.
​La Forja del Obrero al Jurisconsulto
​Antes de empuñar la ley, Peña conoció el peso de la jornada. Siete años en el Ingenio Consuelo, uno en el Instituto Agrario Dominicano, dos en el Ingenio Santa Fe, y una década en la entraña industrial de Cementos Nacionales, S. A. (hoy Cemex), son la crónica de un compromiso obrero. Esta experiencia directa con el músculo productivo de la nación no es solo un currículo; es la sensibilidad fundacional que informa cada una de sus futuras decisiones.
​Fue esa misma tenacidad la que lo condujo a la Universidad Central del Este (UCE), donde alcanzó el grado de Doctor en Derecho entre 1985 y 1986. Su saber se especializó en las áreas más sensibles del tejido social: la legislación de tierras, el derecho laboral y la ciencia civilista. Durante más de treinta y ocho años, su pluma y su voz se han ejercido como un faro de justicia, actuando como Notario y asesor de estructuras vitales como la Zona Franca y la Portuaria Dominicana, siempre enarbolando la bandera de la integridad profesional aprendida en cada taller y congreso jurídico.
​El Legado como Escritor y Gestor Cultural.
​Su faceta como escritor instructivo complementa su vocación de servicio. El Dr. Peña ha contribuido al desarrollo intelectual y cultural de la provincia con una producción literaria significativa, destacando su conexión familiar en su obra magna:
​La inquina (5 Tomos): Obra capital que refleja su análisis social y jurídico, dedicada a sus hijos:
​Licda. Leysi A. Peña Acosta
​Dr. Adalberto de Jesús Peña Acosta
​Dra. Brenda M. Peña Acosta
​Dra. Melissa Doridez Peña Acosta
​Dr. Arnaldo Alexis Peña Acosta
​Huellas de un legado: Un testimonio vivo de su compromiso con la cultura y la sociedad.
​Traslucir sobre la familia y crianza: un libro de consultas y orientaciones desde el embarazo.
​La felicidad y el éxito: motívate para alcanzar tus metas.
​Este compromiso cultural fue honrado oficialmente cuando la VIII Feria del Libro de San Pedro de Macorís le fue dedicada, reconociéndolo como un destacado gestor cultural petromacorisano y colaborador incondicional de iniciativas como el proyecto "100 libros para San Pedro representado por la escritora y maestra Aurelia Castillo".
​La vida del Doctor Peña trasciende el estrado y se instala en el corazón político de la Región Este. Su servicio a la comunidad adquirió rango institucional en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), donde sirvió como Director Ejecutivo del Consejo Provincial de Desarrollo de San Pedro de Macorís desde 2004 hasta 2018. En este rol, su conocimiento del territorio y su capacidad de gestión se conjugaron para trazar rutas de progreso local.
​Hoy, su militancia se renueva en las filas fundacionales de la Fuerza del Pueblo (FP), donde su experiencia es capital. Como Miembro de la Dirección Central y Encargado de Finanzas del Comité Provincial, Porfirio Peña continúa ejerciendo su política no como una meta personal, sino como una herramienta contundente de transformación colectiva.
​Escritor, abogado, político y trabajador comunitario: el Doctor Porfirio Peña es un modelo de principio ético. Su trayectoria es el testimonio de que la grandeza se gesta desde las bases, se moldea con el estudio constante y florece en el servicio público. Su vida es un mapa de la perseverancia dominicana, una obra en constante labor dedicada a la justicia y al desarrollo de su comunidad.

Las 7 Actitudes del Fanatismo Religioso

Por Cesáreo Silvestre Peguero

​1.
No admiten la crítica, ni la opinión,
se creen los dueños de la salvación.
​2.
Dicen solo nosotros", con ciega fe,
y al resto del mundo, perdido lo ve.
​3.
Rechazan ideas que no son su espejo,
desprecian al sabio y al buen consejo.
​4.
Si no es su doctrina, nada tiene valor,
viven encerrados en su propio error.
​5.
Les gusta que el otro se sienta apartado,
mirando con asco al que está a su lado.
​6.
Levantan los muros, dividen la gente,
sembrando rechazo en cuerpo y en mente.
​7.
Señalan la paja en el ojo vecino,
sin ver que su viga les tranca el *camino.*

miércoles, 12 de noviembre de 2025

​🍕 Honrado más, no leal.

Por Cesáreo Silvestre Peguero

​¡Qué paradoja hilvana el destino en la caja de cartón!

​Donde la masa prometía sustento, encontró el alma una prueba de fuego.

​Fueron honrados, sí, ante el oro fugaz que tentaba la sombra del bolsillo. Su virtud brilló, inmaculada y fuerte, al devolver lo ajeno. Un acto noble que merecía el aplauso, la luz de los focos, el eco de la prensa.

​Pero la virtud, oh, la virtud, a veces es un diamante pulido en un marco de arcilla. El mismo impulso que los llevó a la decencia les negó la gloria. El miedo a la verdad, a ese otro pacto el sagrado, el silente, les cortó la voz.

​La coherencia debe dictar la manera de exhibirnos, más allá de lo que decimos.

​Se cuenta de un hombre que se presentó con una dama a comprar una pizza a una pizzería. Al pagarla, el hombre y la mujer decidieron no degustar la misma enfermedad comercial en donde la habían comprado. Ambos prefirieron llevársela a otro lugar. Al llegar a

su destino, pudieron notar que la caja de la pizza en lugar de pizza estaba llena de dinero, lo que parecía indicar que los dueños del negocio guardaban el dinero en esa caja.

​Al la pareja encontrarse con esa sorpresa, decidieron regresar al negocio y devolver ese dinero.

El dueño del negocio, impresionado, pidió a los empleados llamar a la prensa para que se presentaran allí a grabar este gesto tan generoso de esta pareja, pero ellos desistieron la propuesta ya que, de aceptarla, se expondrían a ser identificados por sus parejas, pues ambos eran casados y estaban siendo infieles.

​Ambos fueron honrados, pero no leales.

Narciso González: El Abismo entre el Símbolo y el Hombre

Por Cesáreo Silvestre Peguero

​Hay ausencias que no dejan migajas, sino una cicatriz en el alma colectiva. La sombra persistente de Narciso González, el periodista y profesor universitario, es una partida física que se hizo, paradójicamente, imborrable.
​Es una afrenta al Estado de Derecho que, tres décadas después, el abismo de este crimen siga abierto. La verdad ha sido represada por manos oscuras. La sociedad viva tiene el deber de alzar la voz, pues es el reclamo de una nación para que la dignidad ciudadana jamás se desvanezca en el aire, liberando a familias y amigos de la ansiedad perpetua de la injusticia.
​Narciso González fue un puente entre la academia y la barricada, un hombre cuya vida era una cátedra de ética y una permanente rebeldía. Fue el crítico acérrimo que, con la ironía punzante de su pluma, se negó a arrodillarse. Su lucidez implacable al denunciar el fraude y a los militares fue el detonante. El 26 de mayo de 1994, la luz se apagó: el silencio cómplice y un vehículo oficial confirmaron el crimen estatal.
​El Laberinto de la Impunidad,
​la no-resolución del caso radica en la negligencia manifiesta de la investigación policial. Las teorías oscilan entre la certeza de la desaparición forzada (validada por la CIDH en 2012) y las hipótesis alternativas.
​La policía cerró el expediente sin acusación, ignorando el mandato de la justicia.
​Nunca se interrogó a los altos funcionarios y jefes militares que Narciso había señalado directamente.
La posibilidad de un suicidio o ausencia voluntaria, mencionada por su profundo cuadro depresivo, se enfrenta al hecho irrefutable de la no aparición del cadáver, un silencio que solo el poder puede imponer.
​La sentencia de la CIDH de 2012 puso nombre al verdugo el Estado dominicano pero la impunidad es el epitafio en el ámbito local.
​Luz Altagracia Ramírez Tatis ("Tatis") y sus cuatro hijos son la custodia de la memoria. Su incesante batalla ante el tribunal continental es un faro moral. El grito de Tatis de que "la justicia es cuando se haga aquí" nos recuerda que la verdad internacional no sustituye el deber nacional.
​La no-resolución del caso Narcisazo es una advertencia sombría de que los fantasmas de la dictadura aún rondan las instituciones. Reclamar su verdad es sellar la promesa democrática, honrando al hombre completo al héroe y al vulnerable para que la desaparición forzada jamás sea un capítulo impune de nuestra historia.

25 Años de Canto y Trascendencia: Un Homenaje a Félix Ramírez Sepúlveda

​Por Cesáreo Silvestre Peguero

​Si 2 décadas son un respiro en la historia, 25 años son la confirmación de una obra consolidada y de una vida tejida en el crisol del arte. Ese mérito ha sido la trayectoria del cantautor Félix Ramírez Sepúlveda, consagrada insignia de la cultura petromacorisana.
​Esta efeméride se celebró con un concierto memorable en Casa de Teatro en Santo Domingo, donde un selecto público se dio cita el pasado viernes 7 de noviembre de 2025. Fue un acontecimiento histórico que trascendió la mera música para convertirse en un pacto de lealtad a la autenticidad.
​La Gratitud del Artista
​Con la sencillez que distingue a los grandes, Félix Ramírez Sepúlveda expresó una profunda gratitud cultural y humana a todos los que acudieron a compartir el peso y la luz de su cuarto de siglo en el arte.
​Su reconocimiento fue un abrazo extendido: a la hospitalidad de Freddy Ginebra y el equipo de Casa de Teatro; a la complicidad vocal de Eric Lirian; al soporte incondicional de Frandy y el equipo de Publicidad Frandy; a la presencia luminosa de Marivel Núñez, Manuel Martínez, y de la ejemplar Altagracia Ramírez Vda. de Narciso González; a las primas que son pilares (Nelly, Angelita e hija); y al público entusiasta que fue su coro.
​Mención especial mereció la lealtad de sus raíces, la comitiva cultural que viajó desde San Pedro de Macorís: Máximo Castro, Hilario López Zorrilla, Noelia del Instituto Duartiano, y el amigo López, custodio del transporte.
​Las Sombras de Macorís del Mar
​Sin embargo, en medio del fulgor de la celebración, brillaron con una dolorosa intensidad las ausencias.
​Los representantes del Ministerio de Cultura, del departamento de cultura del Ayuntamiento de San Pedro de Macorís, y de la  Coalición Cultural Literaria Carmen Natalia (representado por Aurelia Castillo), entre otros entes ligados al arte, decidieron dar la espalda a su propia historia.
​Su vacío en el templo de la cultura metropolitana no solo fue una descortesía hacia el artista, sino una elocuente manifestación de la falta de criterio y sensibilidad cultural que aún lastra a Macorís del Mar. El arte, cuando es genuino, siempre desnuda la mediocridad institucional.

domingo, 2 de noviembre de 2025

Reverdecerás, la sequía no podrás.

​Por Cesáreo Silvestre Peguero

​Reverdecerás, tu fuerza la recuperarás,
aunque la sequía hoy te quiera aplastar, en Dios siempre confiar.
​Tu verdadera esencia es la verdad,
por eso el desierto no tendrá autoridad.
Con certeza, hoy decide frutificar,
pues ser seco es un error a evitar.
​La vida tú debes con tu alma generar,
que nada en el mundo te impida lograr.
​Tu vitalidad no es jamás temporal,
por ello rendirte no es una opción final.
​El verdor que vive lo has de preservar,
lo que no es permitido es volver a dudar.
Conformarnos con sequía es una enorme cobardía.

Recordando a José de la Cruz (JoséSon).

Por Cesáreo Silvestre Peguero

​Reía con gran regularidad,
Ofreciendo a todos su noble amistad.
​Se inició como corresponsal de los medios de la capital, su aporte periodístico hay que señalar.
​En el año 1980 
Fundó el periódico «El Imparcial», que todos han de recordar.
​Dirigió programas de televisión, su voz ha quedado en la recordación.
Fue productor de Premiaciones Acuario, como no recordarlo. 
​Su gran distinción no se la llevó el viento, su legado es un firme sustento.
​Su compromiso fue siempre social,
Promovió un galardón inmortal.
Recordamos muy bien sus eventos,
Reconocía siempre el talento.
​Recuerdo la medalla que me otorgó, su gran estima me demostró.
En cada gala, en cada ocasión, se entregaba con pasión.
​Reconoció con gran firmeza, todo esfuerzo y noble entereza.
​Convocó a la gente con amor, sin importar su color.
​Su gesta Acuario, un gran estandarte,
Elevó con su premio el arte.
​Era hermano del periodista Radhamés de la Cruz, un hombre auténtico que siempre brindó su luz.
​Le sobreviven su esposa Santa Colomé y sus hijos,
Ellos fueron su regocijo.
​Aunque se fue sin hacer ruido, su memoria jamás caerá en el olvido.
​Su galardón es muestra de honor, es por eso que inspira fervor.
En agosto del  2016, falleció pero su enseñanza quedó.
​Murió víctima de complicaciones de diabetes, fue un gran personaje, orgullo de la Región Este.
​Los personajes surgen y se morirán, mas su obra y su ejemplo siempre quedarán.
​Este poema es un tributo vehemente,
Un sentir de nuestra gente.
No lo podemos olvidar, a José de la Cruz debemos homenajear.

sábado, 1 de noviembre de 2025

Legado de Cesáreo Silvestre

Silvestre Peguero es un periodista y escritor oriundo de San Pedro de Macorís, República
Dominicana, cuya carrera está definida por un profundo compromiso social y una visión del periodismo como un "ministerio de servicio". Esta filosofía se materializa a través de su Fundación PERIODISMO CON SENTIDO.
La labor de Silvestre Peguero se centra en la dignificación, la memoria histórica y la denuncia social. En el ámbito literario, publicó el libro "Periodismo con sentido" en 2012, una obra que aborda temas de gran relevancia social como la desigualdad de clases, las luchas obreras, el aborto y las deficiencias en el sistema educativo. Un aspecto importante del lanzamiento del libro fue su carácter benéfico, ya que los ingresos se destinaron a varias instituciones caritativas, incluyendo la Fundación Ana Belkis y la Fundación Un Libro para nuestros Internos.
​En el campo audiovisual, ha producido documentales significativos que rescatan la historia y las problemáticas locales. Recientemente (mencionado en 2023), proyectó un documental en homenaje a la vida y obra del sindicalista José Idalberto Blanche
(José Gracia Blanche). Además, está en proceso un documental centrado en los envejecientes del Hospital Geriátrico Carl Theodore Georg, buscando generar conciencia y respaldo comunitario para este sector. Previamente, también ha trabajado en audiovisuales sobre figuras como el referente histórico del municipio de Ramón Santana. Complementando esta labor, la fundación se ha involucrado en la esfera cívica, convocando actos como protestas en San Pedro de Macorís para exigir justicia por el asesinato de comunicadores.

Brújula Interior

​Por Cesáreo Silvestre Peguero

​Es un dilema el irse o el quedar,
la balanza se mueve sin dudar,
mas la conciencia lo ha de dictar,
la firma de pensar para actuar.
Esa visión que nos hace crear.
Si en el intento te sueles doblegar,
y tu esfuerzo no logra avanzar,
el paso debe ser firme al marchar,
pues solo el acto nos puede salvar.
Nuestra férrea voluntad debe gobernar.
​De nada vale el andar y el divagar,
si la mente no logra evolucionar,
es un sendero que vuelve al punto inicial,
sin nuevos aires para respirar.
Solo hay que atreverse a transmutar.
​La decisión debemos entonar,
con la certeza de que será
plasmada en todo nuestro actuar,
la filosofía que nos hace pensar.
Un mandato que vamos a honrar.
​La vida es un movimiento singular,
que nos mantiene en constante alerta sin parar,
y el cambio nos puede transformar,
todo lo rige nuestra forma de pensar.
Un motor interno que hay que escuchar.
​Debe contarse el paso al caminar,
mas si la huella no asienta en el final,
el avance no vamos a lograr,
será un esfuerzo fácil de olvidar.
Hay que sembrar la fuerza al avanzar.
​Camina recto y no mires atrás,
con la seguridad que te da la paz,
pues todo el logro que obtuviste ya,
si el paso aflojas, te lo vuelven a quitar.
​¡Esta versión está completamente lista para compartir!