Barcelona ha sido esta semana el epicentro de un debate urgente: cómo sostener el orden democrático en un mundo que parece
haber perdido su brújula. El foro World In Progress (WIP), organizado por el Grupo PRISA, ha reunido durante dos días a líderes políticos, diplomáticos y pensadores que intentaron descifrar una pregunta central: ¿cómo preservar los valores del multilateralismo ante la marea del desorden global?La sensación compartida es la de un mundo “en deriva histórica”, en palabras del rey Felipe VI, quien advirtió que “el diálogo y la cooperación ya no pueden darse por sentados”. El monarca defendió la necesidad de proteger “los elementos del orden mundial que [hay que] preservar a toda costa”, como la legalidad internacional, los derechos universales y el libre comercio. “Cualquier alternativa sencillamente es peor”, advirtió, en un mensaje que sintetizó el espíritu del encuentro.
La lista de amenazas debatidas en el WIP fue tan amplia como inquietante: guerras en Europa y Oriente Próximo, polarización política, populismos en ascenso y la “dictadura de los algoritmos” que redefine la conversación pública.
“Hemos pasado de la promesa de las redes sociales como espacio democrático […] a un enorme mecanismo de manipulación colectiva”, lamentó el escritor Juan Gabriel Vásquez al cierre de las jornadas.
Desde París, el ex primer ministro Édouard Philippe dibujó el epicentro de la fragilidad europea: “Sucede algo que no habíamos visto desde hace tiempo —explicó—, una conjunción entre una crisis política bastante profunda y una crisis económica duradera”. Preguntado por la posibilidad de una victoria de la extrema derecha en Francia en 2027, fue claro: “Son los favoritos. ¿Ganarán? […] No creo que sea inevitable, pero pienso que es lo más probable”.
El foro abordó también el tablero geopolítico que amenaza con fracturarse.
Josep Borrell alertó de que “[Donald] Trump y [Vladímir] Putin tienen un acuerdo que forjaron en Alaska”, un pacto que podría forzar a Ucrania a ceder territorios.
Conectado desde Kiev, Dmytro Kuleba replicó con una advertencia: “A aquellos europeos que sigan creyendo que las guerras nunca llegarán a vuestras calles… estáis cometiendo un gran error”.
Entre la alarma y el compromiso, el WIP quiso dejar un mensaje de acción. El presidente de PRISA, Joseph Oughourlian, cerró el encuentro recordando su propósito esencial: “Lo importante, después de las discusiones, es llegar con soluciones. Es urgente que cooperemos, que trabajemos juntos, que resolvamos conflictos y construyamos un mundo en paz en el que garanticemos la dignidad de todos”.
Redacción
En Positivo
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